Porque los años pasan y el recuerdo va en aumento, por esas tardes compartidas entre hermandad y banda, y por esas mujeres que caminan hacia la misma gloria con el señor sobre sus hombros.
No podía faltar un año más nuestra cita con Él, con el que marca el ecuador de la semana y nos dice que todo empieza a terminar.
Gracias a la Merced por mantener esta confianza en nuestros Sones del Carmen.