Nuevo desembarco el 7 de octubre de 2016.
Existen
imágenes, donde caminar cerca de ellas vale todo el esfuerzo de un año. Eso no
se busca, sino que surge en el momento que te pones a tocar. Y a nosotros así
nos ha pasado Virgencita del Rosario.
Estábamos
dando los últimos coletazos al 2015 cuando tocaba ir a la Ciudad vecina de la
Coruña por primera vez para acompañar una imagen. Ni más, ni menos que acompañar a la patrona de la ciudad herculina, pese a
perder la gran devoción popular por culpa de terceros ajenos a su fe, mantiene esa fuerza que las grandes
advocaciones mantienen en nuestra cultura heredada y dan fuerza para que las
personas sigamos luchando día a día.
Y esa
fuerza es la que nos trasmitió ese último día, por desgracia era el último que
un gran marinero, escucharía sus sones, sus sones del Carmen.
Nos
acompañó y preocupado porque no faltase de nada disfrutó junto a nuestra
familia, la que también era su familia del Carmen. Pero la Señora del Rosario a
través de él, quería trasmitirnos su fuerza para seguir luchando contra todas
las adversidades como él hizo en esta vida.
Por
ello, el 7 de octubre para nosotros es especial y es una satisfacción enorme
que otro año más cuenten con nuestros sones para este cortejo, pues nos volverá
a recordar a quien ya no está, nos volverá a agradecer a través de nuestros
sones a quien tanto nos ayudó y sobretodo nos ayudará a no olvidar quien ha
estado con nosotros, y que en el regazo de nuestra Madre del Rosario, muy
sonriente disfrutará de nuestras Marchas.
Volvemos
a Coruña, una ciudad que nos acoge con cariño y fervor, volvemos a la Patrona,
una de las procesiones en las que acompañamos a una imagen coronada
canónicamente y vuelven en octubre los Sones del Carmen.